Y este fin de semana hemos cambiado de hora, ¡qué divertido! aunque mi cuerpo se resienta de ello para toda la semana...Ya me lo estoy imaginando: trastornos del sueño, dolor de cabeza, cambios de humor...Es como si estuvieras en "esos días", pero esta vez no es por culpa mía, sino del Gobierno y las leyes.
Y es que esta costumbre se aplica en toda Europa para que podamos ahorrar en energía. Yo creía que era para fastidiar al personal, mira tú. Lo bueno que tiene de cambiar la hora en invierno es que puedes dormir una hora más, así que me he pasado la mañana del domingo sobando la almohada.
Así que ya sabéis, si alguien está extremadamente "susceptible" con vosotros, no la toméis con esa persona, porque posiblemente estará afectado por este "síndrome" del cambio de horario. Bueno, si veis que el susodicho sigue susceptible dentro de un mes, es que entonces es así de nacimiento.
P.D: Para los que os guste la juerga, ya tenéis una hora más de oscuridad, así que no os quejéis.
lunes, 27 de octubre de 2008
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2 comentarios:
A mi esta vez el cambio de hora me ha sentado como una patada...
Que mal!! Y ahora cuando me voy a clase es de noche y cuando vuelvo también!!
No me imagino como seria cambiar siempre de horario, aqui apenas se cambio una ves media hora, y todo fue un enredo, lo peor fui yo, haciendome la esperanza de que por primera ves en mi vida, iva a llegar temprano a mis clases, por que siempre llego media hora tarde.
Al fin paso el tiempo, y es lo mismo llego la misma media hora tarde, por que no cambian aqui a 4 horas, a ver si asi puedo llegar temprano, por una ves en la vida.
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