Los atascos

¡Y llegaron las lluvias! Si hace un par de meses ni dios veía una gota de agua, estos días las estamos viendo todas juntas. Ha llegado el otoño, han llegado las lluvias y con ellas han llegado los atascos. ¿Y por qué digo esto? Porque da la sensación de que en los días lluviosos sale todo el parque automovilístico de España y se junta todo en la misma calle. Da igual donde mires, a tu izquierda coches, a tu derecha coches, delante coches, detrás coches...

Y es que a la gente no le mola nada eso de mojarse las botas "Mustang" (ojo, no tiene que ver con el coche, aunque son casi tan caras como él) ni tampoco mola mojarse el traje de Armani. La gente está de un fino que flipas. Antes, como no había tanto "money", todo quisqui tiraba más de paraguas, que además era un deporte de alto riesgo: te mojabas de arriba a abajo (riesgo: pulmonía), debías tener cuidado con los paraguas ajenos (riesgo: un ojo menos) y si hacía aire tirabas del paraguas con todas tus fuerzas para no salir volando "a lo Mary Poppins" (riesgo: un paraguas menos y/o mucha pupa en caso de salir herido).

Pues no, ahora la peña prefiere pillar el coche y consumir todo su combustible en pleno atasco. ¡Y todo por no mojarse! Y eso que el litro de gasolina va caro de narices. Lo peor es si te quedas en mitad del atasco, rodeada de toda esa gente cabreada. Y no te digo nada si encima está el municipal: entonces el atasco se multiplica por 2... Y todos se vuelven susceptibles y te miran como si fueras el hijo de Satanás, lanzándote miradas acongojantes como si dijeran "eh tú! como no me cedas el paso para cruzar de carril te llevo por delante!". La educación ante todo...

Al no moverte gracias a la inestimable ayuda de la lluvia, el atasco y el municipal de turno, te aburres como Pujol en el Congreso, así que miras a tu alrededor y observas un panorama nada atractivo: el taxista escuchando la radio, un chaval metiendo mano a la novia, otro chaval cantando "dame más gasolina", un tipo metiéndose el dedo en la nariz hasta tal punto que piensas que está cerca de extirparse el cerebro...Es desolador, sobre todo si piensas que a lo mejor el tipo que se está taladrando la nariz puede ser abogado o cirujano. ¿Pero es que la gente no se da cuenta de que los cristales son transparentes o qué?

Estoy intentando quitarme esas imágenes de la cabeza, creo que me han traumatizado bastante más de lo que ya estoy por naturaleza propia...¡Decidido! para el próximo día voy andando con mi paraguas aunque me deje la integridad física en ello.