Relato: Las navidades de Ambrosia

Nuestra estimada amiga, la señora Ambrosia, se prepara para afrontar las Navidades por 72ª vez en su vida. Ambrosia aún así, sigue dando caña, pasen los años que pasen...

Este fue mi encuentro con Ambrosia:

Yo - Hola Ambrosia ¿qué tal? ¿viene de comprar en El Corte Inglés?
Ambrosia- ¿¿Quéee??

(Ambrosia haciéndose la sorda...porque le conviene)

Y- ¿¿Que si viene de El Corte Inglés??? (gritando)
A- Uy, noooo que al chico de la Caja 3 le han dado vacaciones, así que me he ido al Mercadona que allí hay otro mozo de muy buen ver.
Y- Ambrosia, hay que ver cómo es...¡No tiene parada!
A- Es que mientras el cuerpo aguante...
Y- Ya no es que el cuerpo aguante señora Ambrosia ¡es que usted le da caña demás!
A- ¡Qué va! paparruchas...
Y- ¿Y qué? ¿Fue a comprar turrón?
A- Sí, a eso iba precisamente, a hacer las compras de Navidad. La verdad es que está todo caro, así que me tiro a las ofertas...es que mi pensión no da para más. Sin ir más lejos, me fijé en lo que valía el kilo de angulas y me caí redonda al suelo. Menos mal que estaba aquel chico allí para recogerme...
Y- ¿El que trabaja en el Mercadona?
A- Ése mismo. Es reponedor y no veas que cachas está el tío. Debe ser de tanto andar con las cajas de arriba para abajo. Ése sí es un cuerpo y no el de los bomberos...
Y- Ambrosia...
A- ¡Pero si es verdad! Al verme caer al suelo, el chico me ayudó a levantarme ¡qué majo! Y él me dijo: "agárrese fuerte a mí"...¡Y vaya que me agarré a él! Cuando era joven, si veía a un tío así no lo soltaba ni de coña...
Y- Ambrosia, que el chico tendrá novia...
A- Pues que tenga cuidado la novia, porque cualquier día viene una vieja y se lo quita...
Y- Por dios, Ambrosia...
A- ¡No diré nombres de viejas!
Y- Pues ¿sabe que le digo? Que yo soy ese chico y conociéndola a usted me fugo del país.
A- Tienes razón. Yo también me fugaría del país...¡pero con él!
Y- Esta mujer...
A- ¿Qué? ¿qué tiene de malo? Sólo haríamos una excursioncita...no estoy pensando mal.

(Esto último lo ha dicho mientras cruzaba los dedos...)

Y- Ya. Y yo me lo creo. Pobre chaval, si él supiera lo que le está pasando a usted por la mente en este momento...
A- ...¡¡se vendría conmigo sin duda!!
Y- Yo no estaría tan convencida. Cambiando de tema...¿dónde va a pasar las navidades?
A- ¿Yo? En mi casa, como siempre...
Y- ¿Sola?
A- ¡Que va! He invitado a un amigo.
Y- A ver ¿a quién?
A- A Papá Noel.
Y- ¡Jajajaja! Ahora de verdad Ambrosia ¿con quién va a pasar las navidades?
A- Con Papá Noel te he dicho. Es que he conocido al que hace de Papá Noel en el Carrefour y no veas como está el jodío...¿Cómo no lo iba a invitar?
Y- Ambrosia ¿pero que me está contando? Fijo que es un chavalín también.
A- Bah, este es más mayor.
Y- ¿Qué años tiene? ¿50, 40...?
A- Tiene 36 años. Sí, ya lo sé...es más mayor que los otros...pero está de un cachondo...¡y encima tiene los ojos verdes!
Y- ¡Madre mía!¡Usted es un peligro!
A- Que va, que va. Tranquila, que el chico sale vivo de la cena...

(Lo dice con sonrisa de pillina...)

Y- Si usted lo dice...
A- Que si, que si. En fin, marcho que tengo que ir a comprar unas bragas rojas.
Y- ¿Qué? (flipando en colores, por supuesto...)
A- Es para estrenarlas ese día. Es que dicen que da suerte la ropa interior roja.
Y- Pero esa costumbre es para fin de año y usted va a cenar con él el día de Navidad.
A- Pues por eso mismo...
Y- Ay dios...En fin, adiós Ambrosia y si no la veo, espero que disfrute de estas navidades.
A- En ello estoy, en ello estoy...¡Adiós maja!

Yo cada día alucino más con esta señora. Más de uno pagaríamos por tener esa vitalidad a los 72 años...


P.D: Y hasta aquí la segunda parte de las aventuras de Ambrosia...¿Ya es la 2ª parte? ¡Tiembla George Lucas!...Es que así me animo a mí misma.

¡Besos a todos!