miércoles, 24 de diciembre de 2008

Los empachos

Si hay algo que es tradicional en estas fechas son los empachos. Y es que la Navidad siempre ha sido propicia para añadir esos kilitos demás que te hacían falta en el culo o incluso para subir tu colesterol por las nubes. La gente se centra solo en los regalitos, en la familia reunida y en tocar la zambomba mientras canta los villancicos (y desafinando).

Estamos en Navidades y empezamos a comprar toneladas y toneladas de comida, pero no la comida de todos los días...En estas fechas tan señaladas, compramos todo aquello que no comemos durante el año: el marisco en todas sus variedades, los turrones, polvorones y resto de postres navideños...

Tu nevera se empieza a llenar y llenar y piensas que no cabe ni un sólo yogur más, ni una pastilla de Avecrem, ni una loncha de jamón york...tu nevera está diciendo ¡basta! Entonces empieza la "operación comilona" que consiste en tragarte todo lo que hay en el frigorífico y, como tu estómago tiene un límite, decides llamar a toda la familia: la suegra, los hijos, los nietos, el perro...Toda ayuda es poca. El caso es deshacerte de todo el arsenal que ha invadido tu frigorífico.

Así que preparas un elaborado menú: una cena de 5-6 platos, unos 3-4 postres y después todo un repertorio de postres navideños, que van desde el mítico turrón o los polvorones, pasando por los bombones, mazapanes, almendrados o las uvas pasas. Después de tan variado surtido te inflas a champán, el licor de café que ha traído tu cuñado y un nosequé de bebidas más.

Cuando acabas la cena, tu estómago se ha convertido en un arma de destrucción masiva a punto de estallar. Ni el bicarbonato más fuerte sería capaz de ayudar a tu digestión. Así que al día siguiente sientes como si tu estómago hubiese sido pateado durante todo el día por un batallón de infantería.

Así que a todos vosotros os digo que no os paséis con la comida y evitad un empacho navideño. Yo me marcho ahora a preparar unos centollos que un alma caritativa me ha regalado (yo no los he comprado, evidentemente no tengo un duro). A ver cuántos superan hoy el empacho...

¡Un besote a todos y Feliz Navidad!

5 comentarios:

Carlos García-Alcañiz dijo...

aay, los empachos... qué jodidos que son pero bien que los buscamos, eh? jeje
felices fiestas laura!

SolraC dijo...

Lauritaaaa!!!!!
FELIZZ NAVIDADDDD!!!!!!!!!!

Elly dijo...

Bueno, llego un poco tarde... pero para los empaches de navidad... siempre hay tiempo.
Jajaja yo ya he engordado dos kilos desde que empezó la navidad!! y eso, que yo no soy de las que comen turrones y esas cosas (mas que nada, porque no me gustan xD) Pero si que es cierto que es un verdadero agobio el sentirte como una vaca gorda cuando no te puedes poner los pantalones que la semana pasada te venían grandes...
Lo mio es tal que estoy pensando en comprarme ropa especial navideña. xD.

Un beso y procura no empacharte demasiado.... ya lo hago yo por todo el mundo mundial xD

Anónimo dijo...

Yo los empachos los quito con un buen cubata de whisky. Ya se que no es una receta que pueda servir para todo el mundo pero ¡a mi me va de maravilla! (cuando el empacho esmuy gordo no me queda mas remedio que doblar la dosis).
FELIZ NAVIDAD (con retraso)
Un abrazo,
Esteban

Mónica dijo...

Yo ya no quiero ni pesarme. Hasta abril por lo menos no quiero ver una báscula!!!

Felices fiestas preciosa

 

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