Los realitys

Hoy en la televisión hay realities para todos los gustos: de supervivencia, de convivencia, de ligoteo...El caso es "rapiñar" audiencia al canal vecino, a costa de que ofrezcas gratuitamente tu imagen personal por muy desagradable que sea, por muy borde que seas, por muy vanidoso que seas. Y todo sea por un puñado de audiencia.

A este tipo de concursos, llamados "telerrealidad", muchas veces van unidos al morbo. Les llaman experimentos sociales. Lo que no entiendo es que si tan bueno es ese tipo de experimentos, no sé como no les dedican un reportaje completo en la revista de "Science" o algún científico, aunque sólo fuera uno, dijera que este tipo de programas son realmente útiles, que nos muestran cómo se comporta el ser humano, que nos demuestran hasta qué punto somos de generosos con el prójimo. Yo todavía no he tenido el gusto de disfrutar de un elogio científico hacia este tipo de programas.

A mí lo que me demuestran es hasta qué punto el ser humano puede ser capaz de destrozar la vida del prójimo, sea durante la emisión del programa o bien más tarde en algún programa del corazón, eso sí previo pago de una buena cantidad, ya que estamos en época de crisis y hay que llenar los bolsillos como sea. De todas formas si existen este tipo de programas es porque hay gente que todavía los ve y es que el "marujeo" es un deporte nacional y eso se nota en las audiencias, que cabe señalar, que cada vez son más bajas. Me pregunto a qué será debido.

Empezamos con "Gran Hermano", pero le siguió "Operación Triunfo", "Supervivientes", "La isla de los famosos", "Hotel Glam" (o algo así era...me refiero a aquel en que salió Yola Berrocal...¡dios, mis ojos!) y a ellos se ha unido una nueva generación de "realities" como "Granjero busca esposa", "Esta casa es una ruina", etc, etc y más etc.

Pero en EEUU van más allá y hay programas para casarte con un tío forrado de pasta hasta las cejas, otro para adelgazar hasta convertirte en un palillo andante...pero lo que se lleva la palma es que se cree uno en el cual se le dé total libertad al empresario para despedir a sus empleados en plena crisis económica ¡viva la televisión que apoya al humilde trabajador! (nótese tono irónico). Como siempre, a los de la tele se les va la olla por un puñado de audiencia.

Besos a todos.